Siete veces

Una norma clásica decía que la información básica se debe repetir siete veces.

Lo bueno es que esta repetición no se haga siempre de la misma manera: es decir, no que simplemente se repita un nombre, sino que también lo podamos ver escrito.

Por ejemplo, en Con la muerte en los talones, la película dirigida por Alfred Hitchcock y con guión de Ernest Lehman, es fundamental que el espectador entienda que el personaje interpretado por Cary Grant es un publicista llamado Roger Thornhill, y que NO ES un agente secreto llamado George Kaplan.

Por eso, el nombre de Thornhill se repite una y otra vez al comienzo, y además se deja muy claro que el personaje no esconde nada raro (es decir que no puede ser un agente secreto).

Si estos dos asuntos no quedaran perfectamente claros, se produciría una confusión en el espectador que haría que la trama dejara de tener sentido.

Curiosamente, cuando a veces proyecto la película en mis clases (sin antes advertir a los alumnos de estos detalles), descubro que algunos no se han dado cuenta de cómo se llama realmente Cary Grant (Roger Thornhill) y del equívoco. Seguramente se debe a que Hitchcock no repitió esa información siete veces, sino solo cinco, y además siempre de forma oral. Pero en la época de Hitchcock todos asistían a sus películas con la atención alerta, porque sabían que en cualquier detalle podía estar la clave del «Maestro del suspense».

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Publicado el 20 de diciembre de 2022. Actualizado en 2023