Guillermo del Toro a cámara lenta

 

Guillermo del Toro usa dos estupendas metáforas basadas en el recurso a la cámara lenta.

Primero dice que, del mismo modo que un compositor asegura que le llegó a través de la inspiración una canción entera en tres minutos («Me bajó la canción en tres minutos»), al director le pasa eso mismo, pero a él le sucede a cámara lenta: en vez de en tres minutos, le llega en varios meses, a través de cientos o miles de decisiones.

También dice que una carrera sin errores no es una carrera y que una carrera es un accidente a cámara lenta que puede durar veinticinco años, aunque desde fuera se vea como un proceso rápido. Por eso, cuando alguien desde fuera examina la trayectoria de una persona, de un escritor, de un creador, cree que hay causas y efectos claros, por ejemplo entre una película y la siguiente, porque lo ve todo como acelerado y no puede observar las mil y uan acciones y decisiones que llevaron de una a otra película y que estuvieron llenas, dice, de errores.

Las dos metáforas me recuerdan El nuevo acelerador, de H.G. Wells, y abren muchas posibilidades para metáforas que comparan procesos largos y extensos y procesos cortos o breves.

Curiosamente, al revisar esta entrada, he recordado que hace muchos años escribí algo parecido: toda la vida como una noche de amor, en un breve texto que escribí imitando a Lawrence Durrell. Puedes leerlo aquí: Larga noche de amor.


Puedes ver una muy interesante entrevista con Jordi Sánchez Navarro para la UOC en Youtube: El proceso de creación de la mano del cineasta, Guillermo del Toro).

Aquí tienes seleccionado el momento en el que habla de una carrera como un proceso a cámara lenta que desde fuera se ve a velocidad normal o acelerada.