La intuición de los directores de orquesta

Malcom Gladwell cuenta que en las orquestas alemanas se decidió poner una mampara que separara a los músicos de sus examinadores porque se sospechaba que los directores rechazaban a las mujeres cuando se trataba de instrumentos que precisan de «cierta fuerza pulmonar o física».

A partir de ese momento, teniendo los jueces como único criterio lo que escuchaban y no lo que veían, el número de mujeres intérpretes de instrumentos «varoniles» aumentó de manera significativa.

Esa mampara o cortina es lo que se llama una cortina acusmática, porque el sonido acusmático es aquel cuya procedencia no se conoce. Puede ser una herramienta muy buena en manos de los guionistas, pues mantiene una incógnita cuya resolución puede ser muy interesante.

Un ejemplo magistral lo encontramos en El mago de Oz, donde escuchamos durante toda la película la aterradora voz del mago de Oz para descubrir al final que se trata de un inofensivo anciano que usa altavoces y distorsionadores para convertir su chillona voz en una sobrecogedora.